Diferentes estudios han demostrado que las personas con periodontitis (enfermedad de las encías) moderada o avanzada son más propensas a padecer enfermedades cardíacas que aquellas con encías saludables.

La salud bucal nos da indicios sobre la salud general. Muchas enfermedades de ámbito general tienen manifestaciones en la boca. Se ha demostrado que la salud bucal puede dar señales de advertencia sobre otras enfermedades o estados clínicos, incluyendo las enfermedades cardíacas.

Muchos de los factores de riesgo para la enfermedad de las encías son los mismos que para las enfermedades cardíacas, como el uso del tabaco, una mala alimentación… Por eso, en general se puede decir que las personas que sufren periodontitis presentan mayores riesgos de sufrir problemas cardíacos.

La enfermedad de las encías (llamada gingivitis en sus etapas iniciales y enfermedad periodontal en etapas avanzadas) se debe a la acumulación de placa a lo largo y debajo de la línea de las encías. La susceptibilidad individual lleva a una respuesta específica de inflamación en las encías.

Investigadores han sugerido que esta susceptibilidad coincidiría en la persona con la susceptibilidad a padecer otro tipo de enfermedades como las que afectan al corazón, porque las bacterias de las encías infectadas pueden desprenderse, ingresar al flujo sanguíneo, acoplarse a los vasos sanguíneos y aumentar la formación de coágulos. Los coágulos disminuyen el flujo sanguíneo hacia el corazón, lo que provoca un aumento de la presión sanguínea y del riesgo de sufrir un ataque cardíaco.

Los empastes sirven para eliminar las caries. Grosso modo, el proceso es el siguiente: una vez detectada la caries, el dentista erosiona la parte del diente afectada para destruirla y solucionar a continuación el problema mediante ‘relleno’ con el material más adecuado. Para ello existen diferentes técnicas, dependiendo del diente afectado y del tipo de lesión.

Ahora bien, ¿cómo saber cuándo se necesita un empaste? Para eso están los profesionales. La obturación de un diente es un tratamiento del cual depende su integridad y debe hacerse cuando debe hacerse, ni antes ni después. Como siempre te decimos, con la salud bucal no se juega y, en ocasiones, lo excesivamente barato puede acabar saliéndote caro. Desconfía de los precios bajos porque la mayoría de las veces solo son un gancho para atraparte.

Un empaste bien hecho puede durar décadas; uno mal puesto o con los materiales no adecuados, no. Y, además, podría traerte más problemas a corto y medio plazo. ¿Buscas dentista en Bilbao? Llámanos, seguro que podemos ayudarte.